Algo más sobre Vonnegut y también Santiago

Alfredo Sepúlveda escribió un excelente artículo el pasado domingo en La Tercera con recuerdos sobre Kurt Vonnegut, recientemente fallecido la semana pasada. Excelente para un medio tan chato como el chileno, tan poco interesado en mirar lo que existe un poco más allá.

En un segundo pensamiento me inclino a creer que no es el medio chileno el chato, sino que el santiaguino, tan a la sombra de la cordillera, tan centrado en sí mismo, tan creyéndose el cuento de que Santiago es Chile, cuando no lo es. Ni tampoco lo ha sido nunca.

Joaquín Edwards Bello: Santiago es un aldeón.

Lukas (Renzo Pechenino): Casi todas las ciudades de Chile se parecen a Quillota. Valparaíso no se parece a Quillota. Santiago es la más grande de todas las Quillotas.

Por ahí va la cosa.

Volviendo a Sepúlveda y su artículo Dios le Bendiga Mr. Vonnegut, repito que me gustó mucho. La cronología de los primeros libros de Vonnegut en español es Matadero Cinco (1970, Grijalbo), Las Sirenas de Titán (1971, Minotauro, la gran editorial argentina de ciencia ficción posteriormente comprada por editores españoles), Payasadas (1976, Pomaire), luego al año siguiente vienen Madre Noche, y Dios le Bendiga Mr. Rosewater de Bruguera.

Hasta siempre Kurt Vonnegut!

Ayer supimos la noticia del fallecimiento de Kurt Vonnegut a los 84 años de edad.

¿Qué se puede decir de Kurt Vonnegut? Uno de los grandes escritores norteamericanos de la segunda mitad del siglo XX. Un creador en toda la línea, para quien el arte de narrar incluía también los aspectos formales del presentar la historia (en eso tiene puntos en común con Michael Ende).
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Las novelas de Vonnegut son épicas.
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Hi ho!
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Las novelas de Vonnegut llegan a ser líricas.
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Hi ho!
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Aunque también pueden llegar a ser cínicas (pero nos hace cómplices en la risa).
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Doble Hi ho!
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Pero por sobre todo son humanas. A veces demasiado humanas. La presencia o no presencia de Dios siempre fue un enigma para Kurt Vonnegut, algo comprensible si se conoce su historia personal. Pero a pesar de esto, Kurt, cuya madre se suicida y quien al ser hecho prisionero de guerra por los alemanes es involuntario testigo de la masacre de civiles que significó el bombardeo aliado de Dresden, logró derrotar a sus fantasmas personales por medio de la escritura.
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Hi
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Ho
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A los interesados les recomiendo: Las Sirenas de Titán, Matadero 5, Madre Noche, Hocus Pocus, Desayuno para Campeones, Dios lo Bendiga Mr. Rosewater.

Las primeras novelas gráficas europeas

Siempre es interesante que sean publicados artículos sobre el arte de los cómics en la prensa. Hoy aparece en el suplemento Artes y Letras de El Mercurio, un artículo de Javier Rojahelis que se centra en las llamadas novelas gráficas y su adaptación al cine.

La información que entrega Rojahelis sobre las distintas fuentes de la novela gráfica y las influencias cruzadas que sostiene con el cine y la literatura es muy completa, sobretodo su referencia a Persépolis de la autora iraní Marjane Satrapi. Hasta ahí todo bien, sólo hay un pequeño error en el comienzo del artículo y es un error compartido por muchos amantes del noveno arte, debido a que en Chile no manejamos bien la información de uno de los espacios más importantes del mundo del cómics, me refiero al cómics franco-belga en particular y europeo en general, cuna de grandes autores y de algunas de las más grandes revoluciones por las que ha pasado el mundo de las viñetas a través de su historia. Al revés del cómics norteamericano, históricamente tan dominado por los intereses de las editoriales y las presiones del establishment (caso censura a editora de cómics de terror EC y posterior establecimiento del código de "conducta" para cómics a comienzos de los años 1950 en Estados Unidos), el cómics europeo ha podido mantener su carácter independiente bajo la idea del cómics de autor, tal como lo dice Javier Coma en su famoso libro hoy casi inencontrable: El Ocaso de los Héroes en los Cómics de Autor (Editorial Península, 1984).

Javier Rojahelis define como creador de la primera novela gráfica a Will Eisner con su obra Contrato con Dios publicada en Estados Unidos en 1978. Pues bien, en Europa las novelas gráficas existían desde mediados de la década de los 1960, es decir más de diez años antes de Contrato con Dios, para muestra nombramos dos: la excelente saga de Paul Gillon titulada Los Náufragos del Tiempo (1964) y la que quizás es la novela gráfica más famosa hasta la fecha, La Balada del Mar Salado de Hugo Pratt, en la que hace su debut uno de los personajes más clásicos del cómics contemporáneo: el aventurero Corto Maltés.